- La Organización Mundial de la Salud determinó que 800 mil personas mueren anualmente por este fenómeno.
Bogotá, D.C., 8 de septiembre de 2018.- El Ministerio de Salud y Protección Social instó al personal de salud y a la comunidad en general a encontrar respuestas que disminuyan el riesgo de la conducta suicida. Lo anterior, en el marco del fortalecimiento de la salud pública como uno de los ejes fundamentales en la gestión del ministro Juan Pablo Uribe Restrepo.
En ese sentido se destaca la construcción de un plan nacional para la prevención y atención de la conducta suicida -en la que se involucran determinantes sociales y acciones en diferentes entornos- para hacer frente a esta situación que cobra la vida de 2.190 colombianos anualmente.
El viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Iván Darío González Ortiz, también llamó la atención indicando que “se deben promover entornos saludables para disminuir los intentos y diagnosticar -de manera temprana a la población vulnerable- y atenderlos con altos estándares de calidad en aquellos servicios de consulta de sicología y psiquiatría previstos para este fenómeno”.
Por su parte, Nubia Bautista, coordinadora del Grupo Integrado para la Salud Mental, expresó que la sensibilización y educación a la comunidad es fundamental en los primeros auxilios para la atención de esta conducta. “Las familias disfuncionales son detonantes de menores de edad propensos a generar conductas suicidas. En los colegios el bullying -sumado al consumo de alcohol y sustancias psicoactivas- son riesgos inherentes a estos desenlaces”.
Precisó que en la familia, la escuela, el trabajo, los ambientes comunitarios e instituciones donde las personas pasan largos periodos de tiempo, como hogares geriátricos, centros de protección o cárceles, se debe prestar especial atención a la presencia de depresión, estrés, maltrato, violencia intrafamiliar, divorcio de los padres, pérdidas interpersonales, problemas en la escuela o en trabajo por ser estos los principales factores de riesgo para suicidio que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 800 mil personas mueren al año como consecuencia de este fenómeno.
Se debe vigilar la presencia de los siguientes signos de alarma en los adolescentes:
- Presencia de pensamientos o planes de autolesión -en el último mes- o acto de autolesión en el último año.
- Alteraciones en su comportamiento (cambios repetimos de humor).
- Desaliento, dudas, incredulidad y desesperanza.
- Reacciones con violencia extrema.
- Conducta poco comunicativa (habla poco).
- Aislamiento social y desánimo.
- En caso de que estén presentes acudir por ayuda al prestador de servicios de salud más cercano para recibir ayuda.
Recomendaciones para la comunidad
- La vida es preciosa y a veces precaria. Tomarse un minuto para tender la mano a alguien puede cambiar el curso de su vida.
- Como miembros de la comunidad, es nuestra responsabilidad apoyar a las personas que puedan estar sufriendo.
- Acérquese a las personas que lo necesitan y anímelas a conversar sobre sus preocupaciones.
- Ofrecer unas palabras de apoyo y escuchar sin juzgar puede hacer la diferencia.
- Es un mito que el hablar sobre el suicidio con alguien le da la idea o desencadena el acto; si uno es compasivo y escucha sin juzgar es más probable que ayude a reducir la angustia que a exacerbarla.
- El suicidio se puede prevenir con intervenciones oportunas, basadas en la evidencia y a menudo de bajo costo (OMS).
Metas
- En 2021 la totalidad de los departamentos y distritos deberán haber implementado los planes territoriales para la prevención del suicidio.
- Realizar seguimiento a la totalidad de los casos de intento de suicidio para 2021.
- Reducir en 20 por ciento (5% anual) el intento de suicidio.
- Disminuir la tasa de suicidio a 4,7 por 100 mil habitantes.