- Fernando Ruiz Gómez señaló que Colombia logró una reducción importante en la prevalencia de desnutrición global y eliminó la desnutrición aguda como problema de salud pública, pero así mismo, el país atraviesa una transición nutricional donde se combinan la obesidad y problemas carenciales especialmente de micronutrientes.
Cartagena, 28 de octubre de 2013.- El aumento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad y la progresiva reducción de la desnutrición crónica es una situación contradictoria que el Viceministro de Salud y Prestación de Servicios, Fernando Ruíz Gómez, describió en el marco del foro mundial Creación de Valor Compartido: El papel cambiante de las empresas en el desarrollo organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo y Nestlé.
Fernando Ruíz Gómez fue partícipe del panel dos: Desafíos en la sobre y desnutrición en Las Américas donde contextualizó la situación nacional y enfatizó en las estrategias que desde el sector de la salud se realizan para enfrentar estas enfermedades no transmisibles.
El directivo indicó que, al igual de los demás países de América Latina, “Colombia enfrenta una situación de doble carga nutricional porque mientras por un lado persiste de alguna manera la desnutrición crónica, por otro aumenta el problema de sobrepeso; por eso, el adecuado manejo de la nutrición entre nuestros niños juega un papel vital en el desarrollo de nuestro país”.
Ruíz Gómez destacó el papel que juega la nutrición en el desarrollo de las naciones y en el caso específico del país señaló que la carencia de micronutrientes esenciales como el hierro y el zinc “le resta 10 puntos porcentuales de coeficiente intelectual -a los menores de 5 años- con la posterior afectación en el desarrollo cognitivo, cierre de brechas de oportunidad y desarrollo económico del país”, dijo.
Aseguró que por tal razón, “desde el Ministerio se han impulsado estrategias piloto en departamentos focalizados como Bolivar y Guajira para atacar la deficiencia de micronutrientes, particularmente de zinc. El Viceministro también hizo referencia a los logros alcanzados afirmando que “en materia de desnutrición global se ha presentado una reducción superior al 50% en las dos últimas décadas, pasando de 8,6% en 1990 a 3,4% en 2010. Si la tendencia de la reducción del último quinquenio se mantiene podremos llegar a otra de las metas de los Objetivos del Milenio y es de 2.6% de desnutrición global para 2015”.
Ruíz Gómez contextualizó la situación nutricional del país indicando que “el retraso en talla fue de mayor prevalencia en el área rural que en el área urbana (17,0% frente a 11,6%, respectivamente). Aclaró que la desnutrición se concentra entre la población pobre, rural y donde la madre carece de educación formal. Los departamentos más afectados son los de Vaupés, Amazonas, La Guajira, Guainía, Cauca, Magdalena, Nariño, Boyacá y Córdoba”.
Al contrario de esta situación, puso de manifiesto que el Valle del Cauca es el departamento con menor afectación por el retraso de talla en los niños menores de cinco años.
Enfatizó en que la estrategia para afectar el sobrepeso es multifactorial ya que incluye aspectos relacionados con la transformación de los hábitos, la ejecución de acciones específicas de educación y acciones regulatorias como el etiquetado de advertencias y el incremento de impuestos a alimentos cuyo consumo tiene efectos en el sobrepeso. Puntualizo que el rol de la empresa debe integrarse con las prioridades de salud pública en la generación de valor compartido en la protección contra la carga de mala nutrición.
El evento fue inaugurado por el Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón y el Director del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, con la participación de representantes de Nestlé y de los países miembros de la región de Las Américas.
Doña Clemencia de Santos, esposa del Presidente de la República, tuvo un espacio en el panel y dejó un mensaje que va de la mano de la labor desarrollada en Min Salud. “Hace un años estuvimos en Brasil conociendo la estrategia de Bancos de Leche Humana y aquí en Colombia tenemos ya 14 de estos centros. La labor empieza con lactancia materna y la educación de la madre porque una buena nutrición ayuda al desarrollo del cerebro de nuestros niños”, dijo.
Datos para tener en cuenta
El Viceministro Fernando Ruíz Gómez dejó al auditorio cinco situaciones que actualmente vive el país en materia de seguridad alimentaria y nutricional y es cómo hacer que se involucre a las empresas para que conjuntamente con el Estado se generen políticas de seguridad alimentaria.
La situación de seguridad alimentaria y nutricional en el país refleja el siguiente panorama:
• En Colombia persiste la desnutrición crónica, mientras aumenta el problema de sobrepeso y obesidad en la población. La desnutrición aguda y la desnutrición global no son un problema de salud pública en Colombia, como si lo es, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños y jóvenes de 5 a 17 años de edad. La prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad es un poco más alta en niños de 5 a 9 años de edad (18,9%) que en jóvenes de 10 a 17 años de edad (16,6%).
• El riesgo de sobrepeso y obesidad aumenta más de tres veces conforme aumenta la edad (mientras que la prevalencia en las personas de 18 a 22 años de edad es de 21,4%, ésta llega a 65,7% en los individuos de 58 a 64 años de edad).
• En Colombia existe seis departamentos que presentan desnutrición crónica, anemia en menores y exceso de peso en menores de 5 años: Atlántico, Cundina-marca, Cauca, Nariño y Vaupés.
• 13 de cada 100 niños menores de cinco años presentan baja talla para la edad, ésta cifra es del doble cuando el niño ha presentado bajo peso al nacer (27,0%) y longitud al nacer menor a 47 cm (24,0%). Es mayor el retraso en la talla cuando son hijos de mujeres sin educación (31,3%) y en los niños de los hogares que tenían un nivel de SISBEN más bajo (nivel 1: 16,8% frente a nivel 4 ó más 9,1%).
• La anemia y las deficiencias de vitamina A y de zinc son problemas de salud pública que afecta especialmente a los niños y niñas menores de 5 años y en particular los niños entre 6 y 23 meses (59% entre 6 y 11 meses y 29% entre 12 y 23 meses) y a las mujeres gestantes.