Bogotá, 30 de julio de 2013.- Durante la entrega de la certificación que recibió el Presidente de la República Juan Manuel Santos sobre la eliminación de la oncocercosis, el Ministro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria Uribe, resaltó el esfuerzo realizado por la comunidad de Naicioná durante los últimos 11 años para erradicar esta enfermedad.

 

“La comunidad de Naicioná es un ejemplo de la corresponsabilidad que se debería seguir en todo el país y con las diferentes patologías que nos afectan. Ustedes demostraron que no solo fue la toma del medicamento Mectizan sino que mostraron su deseo de superación por el bien común”, dijo el Ministro.

Gaviria Uribe subrayó “esta certificación que recibió Colombia es más suyo que nuestro y por favor transmitan estas palabras de agradecimiento a toda su comunidad”.

 

Enseguida del discurso del titular de la cartera de salud habló Rogelia Riascos, madre comunitaria, describiendo que el corregimiento de Naicioná “queda más allá del mar, a ocho horas de la cabecera municipal de López de Micay donde hay que atravesar corrientes peligrosas. Hasta allá, en 1995 un equipo de médicos nos sacaron muestras de piel, nos mostraron unos gusanitos y nos dijeron que teníamos oncocercosis”.

 

Aseguró Riascos que “tomamos pastillas cada seis meses durante los últimos 11 años y fue algo muy bueno porque nos acabaron hasta con los piojos. Nuestra comunidad era bien llevada, no había agua potable y tampoco puestos de salud”.

 

Al contar su experiencia agregó “trabajamos con los médicos para comer mejor, organizamos viveros y huertas caseras. También nos arreglaron las escuelas y hasta sanitario ya tienen pero no tenemos maestros”.

 

Rogelia Riascos, una morena agraciada, prosiguió su narración señalando que “ya tenemos puesto de salud, logramos tener agua dentro de nuestras casas y ahora contamos con una lancha con dos motores 40 y ahora vivimos a más velocidad porque en canoa demorábamos hasta 2 o 3 días en llegar a la cabecera municipal”.

 

Finalmente indicó la representante de la comunidad que los todos los domingos “nos reunimos para rezar y hablar de nuestros problemas con la comunidad. Damos las gracias por estar aquí y así poderles contar las historias de nuestra comunidad”, concluyó.