Bogotá, 14 de abril de 2023. Tras cuatro años de concertación, planeación y diálogos, así como al definición de su implementación, el Ministerio de Salud y Protección Social tiene previsto llevar a cabo la puesta en marcha de la Estrategia de Rehabilitación Psicosocial Comunitaria para la Convivencia y la no Repetición en los departamentos de Cauca, Meta, Caquetá y Antioquia.
La iniciativa, orientada a promover procesos que restablezcan y fortalezcan la confianza entre la población víctima del conflicto armado, la institucionalidad, los grupos desmovilizados que se acogieron al Acuerdo de Paz y la ciudadanía en su conjunto, fue diseñada en el 2019.
Un año después la estrategia logró vincular consultores de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de Heartland Alliance International (HAI), para el definir una ruta metodológica y el sistema de seguimiento y monitoreo. En el 2020, se inició el proceso de planeación del proyecto piloto de ésta, y durante los años 2021 y 2022 se logró su implementación.
Paz desde el territorio
La Estrategia se propuso dar alcance al punto 5 del Acuerdo Final de paz de 2016, el cual se refiere a las víctimas del conflicto y la plena satisfacción de sus derechos, mediante la creación de un “Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición”, en el marco de un modelo de Justicia Transicional.
En el año 2021 se llevó a cabo la primera fase de su implementación en los municipios de San Juan Nepomuceno y San Jacinto, Bolívar, con el apoyo de USAID y del Programa de Fortalecimiento Institucional para las Víctimas de la OIM.
En este proceso participaron 153 personas que integraron 6 grupos sociales diferenciados, esto es actores sociales organizados representativos de las comunidades. A partir de allí, se planearon las acciones de mediano y largo plazo para facilitar la reconstrucción del tejido social y una convivencia pacífica en estos territorios.
Enfoque diferencial
Entre el 2021 y el 2022, a través del Convenio de Cooperación Internacional No. 537 de 2021, la Estrategia contó con el apoyo de la OIM y se desarrolló en otros cinco municipios: Toluviejo y San Onofre (Sucre), Cáceres y Valdivia (Antioquia), y Pradera (Valle del Cauca). Participaron cerca de mil personas y más de 20 organizaciones sociales de personas mayores, jóvenes, población LGBTIQ+, comunidad afrocolombiana, pueblos indígenas y agrupaciones culturales y ambientales.
Entre los principales logros de la Estrategia se destacan la identificación, creación y desarrollo de agendas comunitarias sobre prácticas y manifestaciones culturales, salud mental y protección territorial desde la participación comunitaria y la incidencia local. También se destaca la revitalización del tejido social desde el ejercicio pleno de los derechos sociales y culturales, para la creación de entornos seguros, protectores y de construcción de paz.
Alex Ordoñez, jefe de la Oficina de Promoción Social de Ministerio de Salud afirma que “la metodología empleada para su desarrollo se basó en la construcción colectiva de Mapas Comunitarios, con el objetivo de restituir la confianza y contribuir al trámite del sufrimiento social generado por el conflicto armado en estas comunidades, a través de políticas sociales de salud que promueven la convivencia y la no repetición de las violencias padecidas”.
Testimonios de las comunidades
El Informe Final de la Estrategia recoge los relatos sobre la transformación psicosocial que experimentaron las comunidades que participaron en el proceso. Aquí reseñamos algunas de ellas:
“El letrero que nos identifica como comunidad nos invita a trabajar más unidos y a seguir fortaleciendo el tejido social en Higuerón, pues esta acción nos visibilizó y ahora somos modelo para otras comunidades que también quieren identificarse con un letrero. Con las herramientas que hemos recibido de la Estrategia vamos a seguir trabajando por la juventud, para que no tomen caminos equivocados pues queremos enseñarles todo lo que hemos aprendido, las artesanías, que son un arte sanador”. Comunidad de San Onofre, Sucre.
“La recuperación de nuestro ambiente y nuestro río será no solo una de las principales herencias de este programa sino en general para nuestra descendencia. […]Lo importante es involucrar a los jóvenes y a los niños, porque ellos serán los que heredarán nuestra tierra y los que padecerán también las consecuencias de la contaminación al medio ambiente”. Comunidad de Pradera, Valle del Cauca.
“Nos aportó a la resolución de conflictos como comunidad; porque antes en las comunidades, cuando había un conflicto en la familia, acudíamos a los actores armados; dando más poder al que tiene poder en lo malo. Porque el actor armado no solucionaba nuestros conflictos, más bien nos coaccionaba, nos quitaba el derecho a vivir y renunciábamos a nuestra palabra. Hoy al menos nos atrevemos a hablar. Los niños tienen libertad de expresarse y podemos contar y pasar la voz de lo que hicimos, sembrar las pautas”. Comunidad de Valdivia, Antioquia.
FIN