- El fenómeno se presenta por la concentración de la oferta de servicios y por el estigma social.
Bogotá (D.C.), 30 de noviembre de 2017.- La concentración de pacientes con VIH en Colombia está en Bogotá, Medellín y Cali, seguidas de Barranquilla y de Bucaramanga, donde a su vez se registra el mayor número de atenciones, al ser las ciudades donde están las instituciones que prestan los servicios requeridos por estas personas.
Según el Atlas de Variaciones Geográficas en Salud de Colombia elaborado por el Ministerio de Salud y Protección Social y el Banco Mundial, hay un registro de viajes en busca de consultas médicas, de enfermería y de psicología así como para la práctica de exámenes de laboratorio, como consecuencia no solo de la concentración de los servicios para esos pacientes y sino al parecer por el estigma que para ellos representa tener la infección.
Los viajes no solo se dan dentro de los departamentos, sino que en una alta proporción se dan por fuera, de manera que las capitales no son los principales lugares a donde viajan los pacientes de los municipios más dispersos para buscar atención.
Hay regiones como el Eje Cafetero (Pereira, Armenia, Manizales) o la Caribe (Barranquilla, Cartagena, Santa Marta) en donde hay una proporción considerable de viajes entre ciudades relativamente cercanas, pero que no coinciden con la división político administrativa del país.
Las principales capitales, es decir Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, y Barranquilla, son los destinos más frecuentes de los pacientes con VIH.
Esa situación, de acuerdo con el Atlas, implica a largo plazo interrupciones en los tratamientos y un deterioro en la condición de salud de estos pacientes.
Otra de las conclusiones del estudio tiene relación con la baja adherencia a los tratamientos para el VIH incluidos en el plan de beneficios en salud, entre ellos el acceso a consulta con médico general o con especialista, que alcanzó el 78,76% en los años 2013 y 2014, cuya información fue incluida en el estudio a partir de los reportes de las distintas entidades promotoras de salud (EPS). La consulta con enfermería fue recibida por 24,63% de los pacientes y la consulta con psicología solo por el 8,66%.
Con respecto al examen de carga viral, el mismo fue practicado a 48,85% de los pacientes, mientras que el examen de linfocitos al 21,51% y el hemograma al 52,84%.
Otro de los puntos recogidos por el Atlas tiene relación con la mortalidad por VIH en Colombia, la cual se incrementó desde la aparición de la epidemia en el país en 1985 y se estabilizó en alrededor de 2,450 casos en 2004, nivel en el que continúa cada año desde entonces.
En concordancia con las conclusiones del Atlas, el Ministerio de Salud está enfocando los esfuerzos hacia la prevención combinada, que incluye el uso de condón en todas las relaciones sexuales, el mejoramiento en el diagnóstico a través de las pruebas rápidas y el acceso a los tratamientos, que usados de manera adecuada por los pacientes, atendiendo las recomendaciones médicas, se constituyen en una medida de prevención de la enfermedad.
El coordinador del Grupo de Salud Reproductiva del Ministerio, Ricardo Luque Nuñez, reveló que en Colombia, desde la aparición de la enfermedad en el país hasta el 31 de diciembre pasado, ha habido 120.622 casos, de los cuales 11.328 fueron reportados y confirmados en el Sistema Nacional de Vigilancia de Salud Pública (Sivigila) del Instituto Nacional de Salud (INS) a lo largo de 2016; 78,8% fueron hombres y 21,1% fueron mujeres, siendo la vía sexual el mecanismo de transmisión en el 98,5% de los casos.
Luque Núñez explicó que el sistema de salud incluye la distribución de condones masculinos, así como la prueba voluntaria de diagnóstico del VIH, el tratamiento antirretroviral como prevención, la profilaxis post exposición o el inicio de tratamiento por accidente ocupacional o exposición sexual, la vacuna contra la hepatitis B y el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual.
Como respuesta a la situación, Colombia asumió el compromiso de lograr que en el año 2020 el 90% de los casos sean diagnosticados a tiempo, el 90% de los infectados sean tratados con antirretrovirales y que el 90% de quienes reciben el tratamiento reduzcan su carga viral.
“A la fecha el panorama para alcanzar los cifras de personas necesarias para cumplir los 90-90-90 en el año 2020 es el siguiente: 67% de personas conocen su diagnóstico, 54% de los diagnosticados reciben terapia y de estos el 47% cuentan con carga viral suprimida. El principal reto al que nos enfrentamos es apuntar a la reducción de las brechas en el diagnóstico temprano “, puntualizó.