Bogotá, 04 de junio de 2021. – El Plan de Vacunación en Colombia avanza a pasos agigantados. En los últimos días se ha llegado a administrar alrededor de 200.000 dosis diarias y nuestro territorio se sigue beneficiando de la afluencia de los biológicos. Sus altos índices altos de efectividad son certeza para poder, poco a poco, ir pasando una de las páginas más oscuras en la historia de la humanidad en el último siglo.
No obstante, se dice que la vacunación ha sido el desafío más importante en toda esta pandemia. Mientras el personal médico sigue batallando en primera línea para salvar vidas y arrebatar víctimas a este virus, los vacunadores se disponen diariamente a salvarlas y preservarlas de la muerte.
Si esta batalla en las clínicas y hospitales sigue persistiendo, también hay otros que se enfrentan al enorme reto de llegar a los rincones de la geografía colombiana y procurar que todos los habitantes del territorio nacional sean inmunizados. Es definitivamente un trabajo a destacar.
El ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, la ha denominado "la Colombia profunda", y se podría definir como aquellas zonas del país cuyas urbes limitan entre espesas selvas, extensas llanuras y áridos desiertos y cuyo acceso puede variar entre rocosas trochas y largos recorridos en los imponentes cuerpos fluviales.
Hoy queremos resaltar la historia de aquellos que en su rol como vacunadores se enfrentan a este reto de llegar hasta esos puntos y dan todo de sí para asegurarse, como el Plan Nacional de Vacunación lo estipuló en su concepción, de que todos los colombianos sin distinción alguna, reciban su arma para combatir esta pandemia.
Jorge Rodríguez Álvarez es un auxiliar de enfermería de 41 años que reside en el barrio El Guamal, en Mitú, en el departamento de Vaupés. Este territorio que goza de una mezcla exquisita de aproximadamente 27 etnias indígenas, es lindante con el río Vaupés y es zona fronteriza con el noroccidente de Brasil.
Allí se encuentra el Hospital San Antonio, cuya red está integrada por un equipo admirable de profesionales que han tenido en sus manos atender la emergencia sanitaria en ese sector de la amazonía colombiana.
Su misión inicial, inmunizar a la población de la capital y posteriormente, vacunar a los sectores más rurales, "sabíamos del reto que se nos venía, pierna arriba y aun conociendo que el departamento tiene una difícil zona geográfica y cuyas poblaciones no tienen una cómoda entrada", comentó Jorge.
Y no era para menos: el Vaupés es el segundo departamento menos poblado de Colombia y el cuarto menos densamente poblado. Las distancias entre habitantes de municipios, caseríos o comunidades dentro del territorio son kilométricas y con muy pocas vías pavimentadas para acceder.
Las jornadas para llegar a estos parajes como Curabá, Trugón, Macaquiño, Puerto Anayá, Puerto Colombia, San Marcos, Santa Rosalía, Arrendajo, Corroncho, Puerto Vaupés, Uacará o Tucunaré, que según él, quedan "río abajo", son extensas y trajinadas.
"Son casi 4 horas de recorrido. Aunque contamos con el apoyo de la Policía y el Ejército Nacional, muchas veces nos movemos entre lanchas, canoas y algunas en carro, pero otras son intransitables, por ende, nos toca llegar a pie".
Así no lo crean los lectores, hay poblaciones que quedan aún más alejadas. Rodríguez López comentó que la aplicación de las segundas dosis ha presentado un desafío sin igual. "Las vacunas que aplicamos dentro del esquema del Programa Ampliado de Inmunización del Gobierno Nacional son de una sola dosis, y recorrer los mismos territorios dos veces dentro de un plazo de dos meses y con tantas poblaciones separadas unas entre otras, ha requerido un esfuerzo máximo y una logística sin igual.
El jefe de la cartera de Salud afirmó que para las próximas semanas arribarían al país las vacunas de la casa farmacéutica de Johnson & Johnson, que son de una sola dosis, Jorge y su equipo logístico ve entre esto un gran aliciente y una manera de ser más efectivos en la vacunación del departamento.
Sin embargo, ha sido una satisfacción total por parte del equipo ver a la gran mayoría de vaupenses receptivos y con ansias profundas de poderse administrar una vacuna contra el covid-19. "Le hemos puesto mucho amor y hablamos con ellos para informarles y contarles las ventajas que trae esto. Nadie se ha negado".
Es realmente reconfortante, que así al principio las personas se mostraran reacias de vacunarse, el Vaupés es ejemplo de resiliencia. "Le agradecemos profundamente al Gobierno Nacional que ha hecho una labor estupenda para enviar a nuestro alejado departamento los biológicos. Ha sido una experiencia muy buena y exitosa", concluyó.