- Diferentes investigaciones se adelantan para analizar nuevas formas de transmisión del virus.
Bogotá, 2 de junio de 2020. Desde el comienzo de la pandemia por covid-19 se informó a partir de las primeras investigaciones que el virus causante de esta enfermedad, el SARS-CoV-2, se propaga principalmente de persona a persona a través de las gotas que salen de la nariz o la boca de alguien infectado al toser, estornudar o hablar.
También se puede contraer si inhalan o reciben en su boca estas partículas procedentes de un individuo infectado por el virus o por sus propias manos al tener contacto con superficies contaminadas y luego se toque la boca, la nariz o posiblemente los ojos, pero se cree que esta no es la única forma de propagación del virus.
La Organización Mundial de la Salud sigue revisando las investigaciones en curso sobre las formas de difusión, teniendo en cuenta además que actualmente no hay ningún caso confirmado de contagio a través de los alimentos o de sus empaques.
Aunque las investigaciones iniciales apuntan a que el virus puede estar presente en algunos casos en las heces, hasta la fecha no se ha notificado ningún caso de transmisión por vía fecal-oral. Además, a hoy no hay pruebas de que sobreviva en el agua, incluidas las residuales.
"Efectivamente hay receptores específicos para el nuevo coronavirus en algunos órganos del cuerpo humano como los pulmones, riñones e intestinos, que pueden recibir al virus, alterar el funcionamiento de estos y, además de los síntomas respiratorios descritos, puede producir manifestaciones gastrointestinales, como diarrea, vómito, dolor abdominal, entre otros", afirmó José Alejandro Mojica, pediatra e infectólogo de la Subdirección de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud.
Asimismo, el virus del SARS-CoV-2 una vez en el cuerpo y al afectar los diferentes órganos, es expulsado por las vías respiratorias y a través de las heces, por lo que resaltó Mojica que "si bien no se ha confirmado, las secreciones intestinales, en las que esté presente el virus, pueden ser una fuente potencial de transmisión; las manos, en este caso, al estar al contacto con heces infectadas, sean el vehículo que la lleve a la boca".
"Esta, además de las fuentes ya establecidas, fue una de las hipótesis iniciales del brote en el norte de Italia", agregó Mojica.
Aparte de los síntomas que ya todos conocemos, existe una alta correlación entre la covid-19 con las complicaciones gastrointestinales.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) demostró en un estudio con más de 10.000 adultos que tres de cada diez con la enfermedad (33%) desarrollaron síntomas gastrointestinales como diarrea y vómito, mientras que en la infancia solo uno de cada diez niños (11%) sufrió las mismas complicaciones.
De esta manera la recomendación dirigida a la población es que antes de preparar o consumir sus alimentos, siempre es importante lavarse las manos con agua y jabón; se debe realizar una debida limpieza y un especial tratamiento a los alimentos para garantizar la seguridad de estos y, aunque el virus sobrevive algún tiempo en las superficies, probablemente el riesgo de propagación a través de los alimentos y sus empaques sea bajo.
Mojica destacó además que "se requiere un cuidado especial con los víveres crudos, que deben ser hervidos o lavados correctamente, o caso particular, consumirse lo más cocido posible, para evitar potenciales microorganismos patógenos para el cuerpo humano".
Para el control de la pandemia "son indispensables las medidas generales de lavado e higiene de manos, limpieza y desinfección de superficies y siguen siendo fundamentales: el uso de tapabocas en sitios de máxima afluencia y el distanciamiento social", concluyó Mojica.