Bogotá D.C., 13 de abril de 2023. Desde el pasado 30 de marzo, cuando el Servicio Geológico Colombiano (SCG) decretó la alerta naranja sobre el volcán el Nevado del Ruíz, la cartera de salud, en coordinación con las entidades regionales y los demás componentes del sector y del sistema de atención de emergencias, riesgos y desastres, ha venido monitoreando la situación hospitalaria, dotación e insumos en cada uno de los municipios de los cinco departamentos que se verían afectados por una posible erupción volcánica, así como los principales riesgos que enfrentaría la población.
El Ministerio de Salud y Protección Social emitió la circular externa Nº 0010, dirigida a las secretarías municipales, distritales y departamentales e instituciones prestadoras de servicios médicos, públicos y sociales, entidades promotoras y adaptadas, con el fin de orientar el fortalecimiento de la respuesta en salud pública que exige la inestabilidad del volcán y la declaratoria de Calamidad Pública, que a la fecha se ha lanzado en tres departamentos y siete municipios.
La advertencia hecha por el Servicio Geológico Colombiano sobre el riesgo asociado a la caída de ceniza, flujos piroclásticos o de lava, avalanchas de escombros, lahares y gases volcánicos, que podrían impactar sobre fuentes de agua, centros hospitalarios y vías de acceso, con efectos críticos en la morbilidad y mortalidad, salud y bienestar de la población en el área de influencia del Ruíz, y en el traslado de pacientes, ingreso de insumos médicos de emergencia y en la salud ambiental, obliga a prever el uso de sistemas alternos que permitan garantizar de manera permanente servicios de agua, energía, saneamiento básico, gas y telecomunicaciones, así como asistencia hospitalaria, considerando las necesidades particulares de la población, como condiciones de discapacidad.
Coordinar acciones en salud
El ministerio llama a establecer un Plan de Acción Específico, en el que se definan elementos precisos como “Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN), intensificación de la vigilancia en salud pública en la implementación de alojamientos temporales, incluida la salud ambiental ante los riesgos de afectación de acueductos urbanos y rurales, y garantizar la continuidad en la prestación de los servicios de salud de EPS, entidades adaptadas, administradoras de los regímenes Especial y de Excepción e IPS…”.
Entre los riesgos que una posible erupción del volcán tendría sobre la población, se considera la afectación en salud mental y en la red hospitalaria a causa de un eventual incremento en la demanda de servicios de salud, incluso de mediana y alta complejidad.
El ministerio hace un llamado a las secretarías de salud y entidades prestadoras para que coordinen las acciones en salud física y mental que se requieran con los consejos de gestión de Riesgo de Desastres, con el propósito de evaluar los posibles escenarios de riesgo y verificar la capacidad operativa de los actores del sistema y las condiciones que permitirían garantizar una respuesta oportuna.
Línea de atención 24 horas
La circular recuerda la importancia de revisar los planes de contingencia, determinar la cadena de llamado y el directorio de emergencia, realizar el alistamiento y un análisis pormenorizado en la disponibilidad de vehículos, equipos de comunicación, almacenes y centros de reserva. Desde el ministerio se solicita una articulación permanente entre los equipos técnicos del Centro Regulador de Urgencias y Emergencia con los de Vigilancia Epidemiológica y de prestación de servicios de salud.
Es importante tener en cuenta que, de superarse la capacidad de respuesta en los cinco departamentos involucrados, deberá activarse el sistema de respuesta de emergencia en otros departamentos y distritos como Valle y Bogotá.
Respecto a la emergencia en salud mental, el ministerio solicitó actuar de manera efectiva en todas las fases asociadas a la emergencia y al desastre, brindando atención previa, durante el período crítico y en la etapa post crítica, que se da “pasados algunos días después de la emergencia y durante un periodo de recuperación que, generalmente, inicia al mes de ocurrido el desastre”.
De igual forma, el ministerio de Salud requirió a las entidades prestadoras de servicios de salud, la habilitación de una línea de atención especial 24 horas para la emergencia y un punto de atención presencial, además de permitir la gestión oportuna de aseguramiento y autorizaciones médicas, considerando una situación crítica y el deber de garantizar siempre el derecho fundamental a la salud, promover la solidaridad y la defensa de la vida.
FIN