El cáncer de piel no melanoma (CNM) es el más común de todos los tipos de cáncer. Su prevención podría evitar la aparición de la enfermedad, mientras que la detección temprana por parte del personal de salud podría evitar secuelas e incluso la muerte por esta causa.
Bogotá (D.C.), 15 de septiembre de 2014.- El Ministerio de Salud y Protección Social informó que en los últimos años han aumentado los casos de cáncer de piel no melanoma (CNM) entre los colombianos, concluyendo que en cuatro años se duplicaron los casos de esta enfermedad.
De acuerdo con el último estudio de incidencia del cáncer de piel en Colombia, se presentó un incremento en el número de casos de la enfermedad. Es así, que las tasas nacionales pasaron de 23 casos por 100 mil habitantes en el 2003 a 41 casos por 100 mil habitantes en el 2007.
El subdirector de Enfermedades no transmisibles (ENT), Fernando Ramírez Campos, dijo que la proyección esperada para el 2020 estimó 102 casos por 100 mil colombianos y un costo estimado de U$ 300 millones de dólares anuales para el Sistema general de seguridad social en salud (Sgsss).
Afirmó que en el mundo existe una tendencia ascendente en el número de casos y aunque la tasa de mortalidad por esta causa es de baja en comparación con otros cánceres, esta enfermedad genera una alta carga para la salud pública debido a su efecto sobre el estado de salud de las personas y a los costos ocasionados sobre el Sistema.
“En el cáncer de piel la detección y el diagnóstico oportuno pueden favorecer y aumentar de forma significativa la solución de una enfermedad, que diagnosticada a tiempo su curación se acerca al 99 por ciento de los casos. Es una enfermedad que se puede prevenir, controlar, tratar y rehabilitar”, agregó.
En la actualidad, no existe duda del papel de la radiación solar ultravioleta en el origen del CNM; sin embargo, estudios epidemiológicos en Colombia muestran otros factores de riesgo en la tendencia creciente del cáncer de piel:
- La ubicación ecuatorial de Colombia, con una alta concentración de la población en la región Andina del territorio continental.
- La configuración racial propia de países que han sufrido procesos de mestizaje.
- Exposiciones a prolongadas a radiación solar ultravioleta con ocasión de la actividad laboral (agricultura, construcción).
- Vivir en áreas rurales.
- Practicar deportes al aire libre.
- No usar sombrero en la infancia.
- Antecedente familiar de cáncer de piel.
- Historia de quemaduras solares.
- Fototipos 1 – 3 (pieles que se enrojecen con el sol y que luego de varios días no se broncean o lo hacen levemente).
Ramírez Campos recordó que en el Plan Decenal para el Control de Cáncer en Colombia 2012-2021 se sentaron las bases para controlar los factores de riesgo en el desarrollo de la enfermedad, y en una de sus líneas estratégicas se determina el control del riesgo frente a la exposición solar ultravioleta para disminuir la ocurrencia del cáncer de piel, destacando acciones educativas dirigidas a la población escolar y a trabajadores al aire libre, que son los de mayor riesgo de exposición a la radiación solar.
Medidas de protección
Es importante protegerse de la radiación solar ultravioleta durante todo el año y en todos los climas, no sólo cuando se acuda a un lugar soleado (piscina, playa, río, parques), pues la persona puede recibir los rayos ultravioleta en días nublados o con neblina, al igual que en días soleados y despejados.
Los rayos ultravioleta también se reflejan desde superficies como el agua, el cemento, la arena y la nieve. Las medidas de protección recomendadas incluyen:
* Usar ropa que protejan los brazos y piernas (mangas largas, cuello alto, pantalón largo).
* Usar sombrero de ala ancha para cubrirse la cara, la cabeza, las orejas y el cuello. En personas con alopecia el uso de sombrero es fundamental.
* Evitar la exposición al sol entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde.
* Usar gafas de sol que tengan filtros que bloqueen los rayos ultravioleta.
* Utilizar protector solar en abundante cantidad con un Factor de protección solar (FPS) mayor a 30 y que cuente con filtros UVA y UVB. Estos productos se deben aplicar antes de la exposición solar y volver a aplicarlos cada cuatro horas, luego del contacto con el agua o sudoración excesiva. El protector solar se debe usar desde la infancia.
* Evitar el uso excesivo de cámaras de bronceado; estas usan luz ultravioleta, por lo tanto tienen los mismos efectos nocivos de la exposición prolongada y sin protección al sol.
* Realizar autoexamen periódico y si encuentra un lunar o una mancha oscura en cualquier parte de su cuerpo -que no tenía antes- consulte al médico.