Bogotá, 20 de octubre de 2020. – Respecto al futuro del sistema de salud y a las atenciones brindadas posteriores a la pandemia por covid-19, el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, intervino explicando los ajustes al sistema a partir de las fallas que quedaron en evidencia durante la pandemia.
"Los sistemas de salud en general se prueban en los momentos críticos. El covid-19 ha sido una prueba para nuestro sistema, ha probado sus virtudes y sus debilidades también", sostuvo en foro con el contralor general de la República, Carlos Felipe Córdoba.
Explicó que en el desarrollo del primer pico en Europa países como España o Italia tuvieron un sistema de salud que estalló. "Hemos tenido la experiencia de conversar con referentes del sistema de Nueva York y nos han planteado escenarios dantescos. Y eso a nosotros como colombianos mirando nuestro sistema se nos olvida", detalló, señalando que lo que mostró el sistema de salud colombiano "es que ha podido responder a la pandemia, con todas las limitaciones que tenga, pero prácticamente ha sido el único en Latinoamérica que ha podido duplicar su capacidad de UCI, sin partir de una capacidad baja, además".
Eso, manifestó, es producto de un sistema que tuvo los incentivos adecuados para atender a la población desde 1993, una duplicación que además duplica la tecnología y la capacidad de recurso humano para atender la pandemia. "El resultado es evidente. Tenemos hoy una de las tasas de letalidad por covid-19 más bajas del mundo", aseguró.
"Si no hubiéramos tenido un sistema de salud mixto público-privado integrado, un sistema con una capacidad de respuesta de aseguramiento y con una cobertura universal superior al 95% no hubiéramos podido responder", afirmó, ejemplificando que países cercanos como Perú no tuvieron la capacidad de responder y presentaron una tasa de mortalidad y afectación grande.
Sin embargo, aclaró, eso no quiere decir que en Colombia el sistema no necesite ajustes. "Hay temas evidentes que necesitamos puntualizar, como el tema de medicamentos, el cual es muy relevante. Este ha afectado los sistemas de salud de manera fuerte y estructural durante los últimos años", aseveró, recordando que para el año 2012, cuando el ministro era Alejandro Gaviria y Ruiz Gómez era viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, se ajustó y llevó un sistema que tenía unos sobre precios grandes en cuanto al precio de los medicamentos "a través de un modelo de regulación con ahorros que representan 7 billones de pesos y un modelo regulado de control de precios de medicamentos", recordó.
Frente a la capacidad instalada, señaló que la que existe actualmente es suficiente "e incluso probablemente excesiva en algunas zonas del país". Sin embargo, el punto es el hospital público, aspecto en el cual se ha avanzado, "pero todavía falta perfeccionar, hacia dónde queremos ir, cómo queremos integrarlo. En mi consideración Colombia no puede continuar con hospitales públicos pequeños, que no se integran en red con los demás. Es hora que se pueda generar redes integrales".
En el modelo privado, agregó, "hay un problema crítico y es el de la transaccionalidad. Necesitamos un flujo de recursos que sean claros, previsibles, trazables y que no tengamos que estar reconstruyendo la información retrasada de cómo se dieron las transacciones. Hay una gran oportunidad en este momento con la facturación electrónica y tenemos que potencializar el giro directo desde la ADRES".
"Colombia y el sistema de salud deben tener un modelo de regulación de conglomerados en el sector privado. Nosotros no podemos seguir partiendo de la oscuridad de las transacciones y relaciones de propiedad, esto debe ser claro y transparente frente al país, tener la capacidad de saber quién le pagó a quién, qué pagaron y cuánto se contrató", calificó el jefe de la cartera de Salud como tema esencial "para que la transaccionalidad sea completamente abierta y transparente".
Preparación
En cuanto a la preparación del país para la atención de epidemias y pandemias, el ministro Ruiz Gómez recordó que Colombia tuvo dos epidemias fuertes entre 2015 y 2016, la de Chikungunya y la de Zika, "la situación que se presentó fue muy bien resuelta, particularmente basados en la institucionalidad propia del Ministerio de Salud, secretarías de Salud así como el Instituto Nacional de Salud. Tenemos una base sólida y consolidada", manifestó.
"El covid-19 nos llevó a revelar una de las principales falencias de nuestro sistema, que es la falta de integración territorial entre el sistema de aseguramiento y el sistema de salud pública", sostuvo, explicando que en tiempo récord se ha consolidado una estrategia para generar sistemas de información como el Segcovid, Sismuestras y Coronapp para integrar lo que es el aseguramiento con la salud pública.
"Ahí es donde debemos avanzar, en una visión mucho más territorial donde los aseguradores se conecten con las secretarías de Salud", dijo, mencionando los Puestos de Mando Unificado en los diferentes departamentos del país en los cuales se sientan aseguradores y prestadores para crear la conexión.
Adicional a esto, afirmó, según sus estudios y publicaciones en revistas internacionales, que "Colombia tiene un doble monopolio", esto haciendo referencia a que hay monopolios en el aseguramiento y también en la prestación, especialmente en la alta complejidad. "Eso es lo que debemos empezar a responder, que el sistema se centre en el ciudadano, que sea este el que tenga el control de dónde voy, cómo voy y vayan modelándose las instituciones alrededor de estas necesidades".
"Debemos tener un sistema más dado a la prevención, un aspecto mostrado en el desarrollo de la pandemia. En todas las redes de atención debemos tener hospitales, cada ciudadano debe conocer cuál es la red integrada, dónde me atenderán en determinado momento y eso es fundamental. Así como mantener un sistema público-privado", añadió.
En otros retos del sistema posterior a la pandemia, mencionó el de la consolidación de seguridad sanitaria. "Así como los países tienen elementos de seguridad nacional, hay que tener seguridad sanitaria. Esto significa tener la capacidad de producir vacunas, de tener sistemas de información que respondan integralmente a nivel nacional, capacidad de respuesta y la posibilidad de consolidad reservas estratégicas", aseveró.
Al ahondar en la capacidad de producción de vacunas en el país, aclaró que no fue acabada por la Ley 100, indicando que esta se mantuvo hasta 2003. "Tuvimos una situación de atraso tecnológico, en temas de ciencia y tecnología y en la capacidades. Hubo países que lo lograron como Argentina, pero Colombia no pudo y ese es uno de los grandes retos", afirmó, asegurando que para revertir esto se necesita una inversión alta.
Desarrollo de la pandemia
El ministro de Salud habló también de los análisis que se hacen desde el Ministerio de Salud y Protección Social, el INS y el comité asesor para determinar cómo transcurre la pandemia y las medidas que se deben tomar.
"Estamos desarrollando estudios de seroprevalencia para saber la inmunidad que se ha generado y cuál es la población susceptible todavía", dijo.
En Europa, señaló, se dio un pico muy alto y que en el momento en el que estaba en el cénit, se cerró la economía y se entró en cuarentena. "En Colombia y Argentina hicimos un proceso de contención antes de entrar en el pico. Mientras en Europa se abrió inmediatamente, acá lo hemos hecho de manera escalonada en un proceso de cuatro meses, y en esto lo que hemos generado es un mecanismo de control para hacer aplanamiento de la curva", indicó.
El objetivo entonces es poder tener unos brotes de menor extensión de los que tiene Europa en la medida que se ha podido abrir la economía con medidas de control. Pero, agregó, lo que daña esa apuesta del país es la posibilidad que desde la responsabilidad individual se tengan problemas por indisciplina, no seguimiento de protocolos ni medidas de autocuidado y generación de aglomeraciones.
"La mayoría de los colombianos han sido muy disciplinados, eso se evidencia que tenemos todavía grupos de personas mayores de 60 años que no han sido contagiados y eso muestra la disciplina, pero la vulnerabilidad viene a que si les llega el contagio a estas personas podemos tener un impacto en mortalidad", sostuvo, señalando esto como una "prevención secundaria". El riesgo es que se piense que ya pasó el virus, que se pueden retomar actividades, fiestas y aglomeraciones.
Finalmente, el jefe de la cartera de Salud destacó que las medidas de cuarentena fueron tomadas a tiempo, además de que la afectación fue, relativamente, controlada. "Probablemente hubiera mejorado el tener la previsión de comprar elementos de protección personal de manera masiva anticipadamente aunque nuestro personal de salud no ha sido tan afectado".
Destacó el acompañamiento de la Contraloría en aspectos como la compra de la vacuna contra el covid-19 en medio de una incertidumbre a escala global. "Hicimos un esfuerzo con un decreto para las reservas técnicas de las EPS, no hemos sido exitosos y necesitamos apoyo de la Controlaría para tener flujo, sino no podríamos".
Y, por último, el modelo de atención preventivo es fundamental. "Tenemos que transformarlo, no destruir lo que tenemos. Pasar a que los primeros niveles de atención sean lo más importante. Además, en cuanto a recurso humano, es hora de terminar con los privilegios en el acceso a residencias médicas. Este país está suficientemente desarrollado para tener un examen único nacional y que todos los médicos del país tengan la misma posibilidad. Allí todos tenemos que trabajar por este propósito, así como tener un médico general mucho más cualificado para atención a la población", concluyó.