Bogotá, 24 de agosto de 2020. – "El rol del salubrista es fundamental en un momento de pandemia. Es la fase aguda del ejercicio", fueron las palabras del ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, al hablar de la importancia de la salud pública en una sociedad, agregando que una pandemia o epidemia es una condición en la que se desnudan todas las necesidades y requerimientos de la población y al tiempo es donde uno debe utilizar todos los conocimientos.

En la charla inaugural dirigida a estudiantes de maestría de Salud Pública de la Universidad de los Andes, sostuvo que "las decisiones se tienden a tomar basadas en la evidencia, pero también son momentos en los cuales se ven las falencias de la propia información, sus limitaciones y posibilidades reales. Hay una disyuntiva compleja en la toma de decisiones frente a una epidemia donde los efectos pueden ser devastadores, pero la información también tiene sus limitaciones".

Además, planteó la relación en la que se encuentra con la comunidad y la sociedad. Cómo se debe dar esa comunicación, los mensajes. Y en tercer lugar la toma de decisiones es importante, cuál es el mecanismo para tomar decisiones, cómo acompañarse y consultar. "Un salubrista en general es una persona formada para entender el mundo en su contexto y la salud dentro del contexto colectivo y en una situación de pandemia se hacen evidentes las necesidades y posibilidades", manifestó.

Dentro de los temas planteados estuvo el futuro de la salud pública. Este, indicó el ministro, está en la generación de integración de lo que es el planteamiento de determinantes sociales hasta llevarlo al planteamiento práctico de cómo centrar los sistemas alrededor del ciudadano, proyectar eso en una visión de atención y sus modelos.

En cuanto a Colombia resaltó que "durante los últimos 10 años ha habido un rescate de la salud pública en el país. Ha logrado tener una visión de por qué es necesaria, cada vez estamos buscando mayor áreas de evidencia en salud pública para tomar decisiones".

Sectores

"Siempre el sector salud es el que termina mostrando los problemas que tienen los otros sectores. El problema de desnutrición en los niños de La Guajira es el resultante de problemas sociales, económicos y de diferente tipo que lo terminan generando. Uno desde la parte final de la cadena trata de devolverse, pero termina haciendo acciones de tipo intermedio para solucionar problemas que ya son carenciales y hacen que sea muy difícil poder realmente intervenir", explicó el jefe de la cartera de Salud.

La pandemia ha demostrado que los salubristas y epidemiólogos existen, reiteró. "De aquí en adelante tenemos un espacio y una oportunidad importante de poder proyectar la salud pública, tenemos una sociedad y un sector político muy sensibilizado, alcaldes y gobernadores que han aprendido por ejemplo para qué sirve un laboratorio de salud pública. El valor social que ganará la salud pública a futuro".

Adicionalmente habló de que en nuestro país hay una heterogeneidad demasiado grande, diferencias en el manejo de la salud y en los problemas del sector entre un territorio y otro. "Los salubristas tenemos que salir de Bogotá y buscar los territorios. Para mí ha sido valioso hacer cada viernes un Puesto de Mando Unificado en las ciudades, pensar la situación y las diversidades que hay al interior de cada departamento", señaló, agregando que la salud pública debería nutrirse también de otros perfiles profesionales, áreas en las cuales se pueden analizar los fenómenos sociales.

Pandemia

Al ser preguntado por las acciones y el futuro de nuestro país en el marco de la emergencia sanitaria causada por el covid-19, manifestó que el cómo vamos va relacionado en las decisiones que tomamos y los aprendizajes que tuvimos.

"En Latinoamérica tuvimos la oportunidad de que nos llegara la pandemia con meses de rezago y eso hizo que pudiéramos aprender, intuir y percibir qué podíamos aprender y no tener situaciones como las de otros países. Eso nos dio una cierta ventaja comparativa frente a lo que sucedió en España, Italia o Inglaterra. Nosotros aprendimos y visualizamos muy tempranamente", afirmó.

Pudimos entonces enfocar nuestros objetivos: reducir la mortalidad debido al covid-19, construir y consolidar las capacidades del sistema de salud para atender a la población y que no hubiera ruptura del sistema, y posibilitar la apertura de los sectores sociales y económicos.

También se dio la oportunidad de hacer un ejercicio de una cuarentena temprana la cual logró bajar de una manera consistente el índice reproductivo, pudiendo restarle velocidad e impacto de manera eficaz a la pandemia. "Además, una decisión osada en el país de ir generando aperturas en la medida que íbamos subiendo el pico con un criterio de gradualidad bastante consistente. Hemos estado desescalando la cuarentena en los últimos 100 día", aseveró, destacando que esta sumatoria de acciones ha permitido mantener una curva relativamente aplanada, considerando que en estos momentos podemos encontrarnos en la parte alta del pico.

La aplicación del aislamiento temprano permitió además que se generaran picos por ciudad, algunas primero como Tumaco, Barranquilla, Cartagena y Sincelejo, una segunda ola con Bogotá, Medellín y Cali y seguramente vendrán las ciudades del Eje Cafetero, Ibagué y Tunja.

"El ejercicio ha sido efectivo, ha tenido los resultados, y en estos momentos ya estamos visualizando el horizonte con más tranquilidad. Los rebrotes son una posibilidad existente, la cual tendremos que estar vigilando. Pero se pudo construir la capacidad, generar conocimiento no solo desde el sistema sino desde la academia y otras entidades del Estado", aseveró el ministro de Salud.

Además, agregó, hemos podido transmitir una situación tan crítica como una epidemia sin que llegáramos a los niveles de pánico que se podrían dar cuando se empiezan a comunicar todos los días muertes. Todo a través de un ejercicio de socialización y comunicación.

Finalmente abordó el tema de la vacuna, de la cual dijo todavía hay muchas incertidumbres y que, por ejemplo, no se conoce aún cuál será la eficacia.  

"El proceso terminará con un 40% de población con algún grado de inmunidad o defensa frente al covid-19, lo cual nos daría una posibilidad importante de visualizar el futuro", finalizó.