- El plan nacional para combatir el consumo de drogas y su impacto se presenta con los resultados del más reciente Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en el país, realizado durante el año 2013.
Bogotá, D.C., 3 de julio de 2014.- El Gobierno Nacional, en cabeza de los Ministerios de Justicia y del Derecho y de Salud y Protección Social, con el apoyo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y el ILN, presentó los resultados del más reciente Estudio Nacional de Consumo de Drogas que da cuenta de un incremento en el uso de bebidas alcohólicas y sustancias ilícitas en consumidores habituales.
Este estudio, el segundo que se realiza, arrojó que entre 2008 y 2013 se incrementó en Colombia el consumo de alcohol y sustancias ilícitas, siendo la marihuana la que evidencia el mayor incremento.
“Los resultados del estudio son una campana de alerta para las autoridades con el propósito de construir una política seria como la que hoy estamos presentando, basada en la evidencia y en un marco de derechos humanos, respetando las libertades individuales”, indicó el Ministro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria Uribe.
Por su parte, el Viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Miguel Samper Strouss, explicó que actualmente el 30 por ciento de personas privadas de la libertad en las cárceles colombianas (alrededor de 30.000 internos), lo están por delitos relacionados tráfico de estupefacientes; y cuestionó que menos de un centenar de estos reclusos corresponda a grandes narcotraficantes.
“El país tiene que tomar un nuevo horizonte en la lucha contra las drogas y para ello las políticas deben estar basadas en evidencias; esto implica que Colombia lleve esta discusión a escenarios internacionales. Y estamos liderando esta discusión en el hemisferio”, indicó Samper.
Según la investigación, el uso de bebidas alcohólicas aumentó 2 puntos porcentuales en el país, pasando de estar en un 33,8 por ciento en 2012 a 35,8 por ciento en 2013. El estudio estima que el incremento puede explicarse por el aumento del consumo de esta sustancia en las mujeres entre los 18 y los 34 años, y en los estratos 1 y 2. Además se demuestra que alrededor de 2,5 millones de personas en Colombia presentan un consumo riesgoso o perjudicial de bebidas alcohólicas, de las cuales 1.9 millones son hombres y 0.6 millones son mujeres.
Otro de los hallazgos importantes del estudio fue el “aumento significativo en el uso de cualquier sustancia ilícita”, como marihuana, cocaína, basuco, éxtasis o heroína. El aumento se evidenció en quienes afirmaron haber usado alguna de estas sustancias en el último año, cifra que aumentó de 2,6 por ciento a 3,6 por ciento. Este último incremento se explica según el estudio por el aumento en consumo entre los hombres, en el grupo de 18 a 24 años y en los estratos 1, 2 y 3.
El informe también concluye que el incremento en el uso de cualquiera de las sustancias psicoactivas se relaciona casi exclusivamente con el aumento en consumo de marihuana. En este sentido, la prevalencia o uso habitual de esta sustancia aumentó desde un 2,1 por ciento en 2008 a 3,3 por ciento en 2013. El estudio también indagó sobre consumo problemático y encontró que 439.630 personas presentan síntomas de abuso o dependencia.
El estudio detectó una disminución significativa en el uso de tabaco, bajando más de cuatro puntos porcentuales entre los consumidores actuales, de 17,3 por ciento en el 2008 a 12,9 por ciento en 2013. Según la investigación, esta baja se explica por la disminución de nuevos consumidores: el año previo al estudio del 2008, unas 540.000 personas habían iniciado el uso de tabaco, número que disminuyó a 260.000 para el mismo período en el estudio del 2013. Esta cifra equivale a un poco más de 3 millones de fumadores en el país para el último año.
Al respecto, el Viceministro de Justicia indicó que “están cambiando las fronteras y los paradigmas porque hay una nueva realidad del crimen y el narcotráfico. Y los consumidores no pueden seguir teniendo un tratamiento represivo si no desde una perspectiva de Derechos Humanos en el que el centro de la política sea el individuo y sus derechos”. Samper Strouss también hizo un llamado además para que esta realidad en el consumo de sustancias ilícitas sea enfrentada “con una mano inteligente”.
Ficha técnica
El estudio fue realizado durante el año 2013 por el Gobierno nacional, a través del Observatorio de Drogas de Colombia del Ministerio de Justicia y del Derecho, en coordinación con el Ministerio de Salud y Protección Social y con el apoyo de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la Organización de Estados Americanos (CICAD-OEA) y la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito – UNODC.
El estudio fue realizado por medio de una encuesta en hogares en población general de 12 a 65 años, residentes en todos los municipios del país con más de 30.000 habitantes en el área urbana. Se encuesto a un total de 32.605 personas.
Se utilizó la metodología del Sistema Interamericano de Datos Uniformes sobre Consumo de Drogas (SIDUC), que ha sido aplicada y validada en otros países del continente. Contó con la |asistencia técnica del Observatorio Interamericano sobre Drogas de la CICAD-OEA.
Nuevo enfoque de salud pública para consumidores
El Gobierno Nacional, consciente de la necesidad de afrontar el consumo de sustancias psicoactivas con un enfoque de salud pública, presenta el plan nacional para reducir la incidencia y los impactos de este problema.
El plan tiene fundamentación en la evidencia con componentes para prevenir el consumo en la población de niños, niñas y adolescentes. Se construyó con base en diálogos regionales y compromisos intersectoriales.
“Se trata de la apuesta más grande hecha por Colombia en su historia para poner al día al país en estos asuntos”, explicó el Ministro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria Uribe.
El plan ha sido concertado intersectorialmente, de la mano con el Ministerio de Justicia y el Derecho y la Oficina de Naciones Unidas Contra el Delito.
Está fundamentado en un enfoque de salud pública, lo que significa que tiene base en el marco de los derechos humanos, donde se provee atención a las personas y las comunidades, en un ciclo que va desde la promoción de la salud hasta la atención especializada.
El objetivo del plan es reducir la magnitud del uso de drogas y sus consecuencias adversas mediante un esfuerzo dirigido a la promoción de condiciones y estilos de vida saludables, a la prevención del consumo y a la atención de las personas y las comunidades afectadas por esta práctica, incluyendo la reducción de riesgos y daños de personas consumidoras de sustancias.
Con el componente de promoción de la salud se logrará establecer las condiciones básicas para la salud integral de las personas y las comunidades. A través de la promoción de la convivencia social y la salud mental se buscará el fortalecimiento de los entornos que promuevan el desarrollo de habilidades, vínculos afectivos, redes de apoyo y capacidades en la población colombiana, con énfasis en niños, niñas y adolescentes.
En materia de prevención se hace énfasis en niños, niñas y adolescentes, considerando que la prevención debe anticiparse a las edades de inicio de consumo.
En cuanto al tratamiento, se busca implementar actividades, procedimientos e intervenciones de atención y asistencia basados en recomendaciones que arroja la evidencia, dirigidos a quienes han desarrollado un trastorno por dependencia a una o varias sustancias o que presentan un patrón de consumo problemático en ausencia de dependencia.
En ese sentido, el plan apunta a mejorar la oferta, el acceso, la oportunidad y la calidad de la prestación de servicios de atención a consumidores de sustancias psicoactivas.
Finalmente, el plan contempla la reducción de riesgos y daños, a través de acciones orientadas a reducir los efectos negativos del uso de drogas, los riesgos asociados a las prácticas de consumo y a favorecer la accesibilidad a la red asistencial.