Audio de Ana María Peñuela, coordinadora del Grupo de Convivencia Social y Ciudadanía del Ministerio de Salud.
Bogotá D.C., 23 de septiembre de 2021. – Colombia logró reducir la tasa de embarazo adolescente en 4,17 puntos entre 2019 y 2020, dato consolidado más reciente, de acuerdo con los reportes del Grupo de Convivencia Social y Ciudadanía del Ministerio de Salud y Protección Social.
Este indicador, explicó Ana María Peñuela, coordinadora del grupo y asesora del despacho, pasó de 57,95 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años en 2019, a 53,78 nacimientos por cada 1.000 mujeres del mismo rango de edad en el 2020.
Para ver en datos reales, en 2019 hubo 115.176 nacimientos en ese rango de edad, frente a los 106.957 de 2020, es decir, una reducción de 8.219 partos.
"La reducción de la tasa de embarazo en adolescentes refleja una labor importante, y destacó que Colombia mantiene un descenso representado en más de 8.700 nacimientos anualmente, lo que muestra los efectos de las intervenciones realizadas a nivel intersectorial para afectar los determinantes del embarazo adolescente", resaltó Peñuela.
Este dato es relevante, teniendo en cuenta que en el país este año se conmemora, entre 20 y el 24 de septiembre, la Semana Andina y Centroamericana para la Prevención del Embarazo en la Adolescencia.
Por regiones, Bogotá, Atlántico, Cundinamarca, Bolívar, Valle del Cauca, Nariño, Magdalena y Sucre son las que mejores indicadores registraron en esta materia; mientras que Putumayo, Quindío, Chocó y Meta reportaron más partos en este rango de edad en 2020.
Por otra parte, explicó Peñuela, la tasa de fecundidad adolescente para Colombia sigue siendo elevada en comparación con el promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), "que para el 2019 reportó una tasa de 21,56 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años", indicó la funcionaria.
Por ello, precisó que si bien la reducción de la fecundidad adolescente es un logro como Estado, se requiere continuar fortaleciendo en los departamentos y municipios acciones dirigidas para que adolescentes y jóvenes reciban en la escuela como fuera de ella, información y educación integral en sexualidad.
En este esfuerzo es fundamental y necesario garantizar el acceso efectivo y de calidad en la atención en salud diferenciada para adolescentes a cargo de las EPS y su red de prestación de servicios.