
Bogotá, 1 de agosto de 2012.- Con la participación de expertos nacionales e internacionales se inició el Congreso de Salud Ambiental “Adaptación al Cambio Climático y Salud Ambiental”, un espacio que permite identificar y potencializar estrategias de articulación en materia de cambio climático en Colombia, donde se hace evidente la importancia de que el sector salud emprenda actividades para contrarrestar los efectos que se puedan presentar.
Según Arturo Díaz Gómez, de la Subdirección de Salud Ambiental del Ministerio de Salud y Protección Social, “la intensión es socializar temas de diferentes sectores, desde las especialidades de los ministerios e institutos y de expertos en fenómenos propios asociados al clima o a la infraestructura y de sistemas de información. De esta manera se puede saber y monitorear cómo nos puede estar afectando la situación y así podamos trabajar al interior de cada entidad pero de manera coordinada”.
Indicó que Colombia no ha escapado a estos fenómenos, que han mostrado dramáticos efectos en nuestro país en los últimos años, con eventos alternos de fenómenos de la niña y el niño.
Las causas de esta variabilidad y cambio climático, han sido atribuidas a diversos factores desencadenantes, tales como el aumento de las emisiones de gases efecto invernadero, la acelerada industrialización, al consumo masivo de combustibles fósiles, y a la creciente deforestación, entre otros factores.
Como se recordará, en los recientes fenómenos de niño y niña en Colombia, se han registrado graves impactos sociales y económicos, que incluyen: incendios forestales, pérdida de cosechas y afectación de explotaciones pecuarias amenazando la seguridad alimentaria, ocasionando daños en la infraestructura vial y de servicios públicos, pérdida o deterioro de viviendas, efectos secundarios por deterioro y contaminación de suelos y desplazamientos poblacionales, entre otros.
De igual forma, nuestro país, al igual que otros de la región de las Américas y del mundo entero, también ha evidenciado, de manera dramática, el impacto adverso del cambio climático en la situación de salud, que provoca el aumento de enfermedades, principalmente las transmitidas por vectores como dengue y malaria, aumento de afecciones respiratorias y aumento de los eventos asociados a la disponibilidad y calidad del agua para consumo humano.