Video del ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez
Barranquilla, 19 de marzo de 2021. – El ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, fue el encargado de dar el discurso de clausura del Circuito Colombia de la Asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo.
Empezó su intervención indicando que, a la fecha, hay notificados más de 120 millones de casos acumulados confirmados de covid-19 a nivel global y más de 2.600.000 defunciones.
De estos, aproximadamente el 45%y 48% respectivamente, corresponden a la región de las Américas, siendo los valores de 18% y 26% de América Latina.
"El impacto de la pandemia del coronavirus y las medidas de suspensión de las actividades adoptadas para contenerla han ocasionado una contracción en América Latina y el Caribe, de cerca del 7,7% en 2020, según la CEPAL", manifestó.
Agregó que, de acuerdo con el informe Perspectivas Económicas Mundiales del BID, es la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, y la primera vez desde 1870 en que tantas economías experimentarían una disminución en la producción de bienes y servicios y consecuentemente en sus PIB per cápita.
"Socioeconómicamente, la pandemia, ha amplificado la presencia de desigualdades e inequidades económicas y sociales, y ha puesto en evidencia las limitaciones de los sistemas sanitarios y la evidencia de toma acciones fuertes y decididas de los Gobiernos para paliar los efectos adversos de una pandemia, sin precedentes", dijo el jefe de la cartera de Salud.
En cuanto a educación, afirmó, la UNESCO estima que más de 170 millones de niños y adolescentes han sido afectados por el cierre de las instituciones educativas, impactando directamente su salud mental, su relacionamiento socio afectivo y en su desarrollo cognitivo.
Asimismo, y según análisis realizado por el BID sobre movilidad intergeneracional, "la pandemia podría reducir la probabilidad de completar la escuela secundaria hasta 34 puntos porcentuales, lo que retrasaría medio siglo de progreso para la generación afectada, significando para estos niños y jóvenes que el impacto negativo los podría acompañar el resto de sus vidas".
Manifestó también que si bien la mayoría de gobiernos expandieron los programas de transferencias existentes, estos no han sido ni serán suficientes para anular los efectos de la pandemia y el confinamiento sobre la pobreza.
Sistemas de salud
En cuanto a los sistemas de salud, expresó el ministro Ruiz Gómez, "no estábamos preparados para una pandemia de estas proporciones. La capacidad diagnóstica ha tenido que construirse de cero, además, muchos países no han tenido la capacidad instalada de cuidado intensivo y las capacidades de Latinoamérica de producir tecnologías, innovación y vacunas, ha sido puesta a prueba".
En el caso de Colombia, comentó, "tuvimos que incrementar 20 veces la capacidad de producir PCR, duplicar camas de UCI, y adaptar recurso humano para atender la pandemia, todo en tiempo récord".
Adicional a esto, "hemos tenido que trabajar en negociaciones desequilibradas, para tener acceso a los bienes sanitarios y tecnologías necesarios para atender la emergencia sanitaria".
Otro reto importante mencionado por Ruiz Gómez ha sido el mantener una buena y fluida comunicación con los territorios, con los ciudadanos y con los sectores, para implementar acciones conjuntas a partir de decisiones técnicas, que permitieran mantener la proporcionalidad entre las medidas y las fases de la pandemia.
"Todo esto nos impulsa a repensar particularmente los sistemas de salud", aseguró, agregando que la pandemia "nos demostró que el énfasis que venimos haciendo en enfermedades no transmisibles debe replantearse. En Colombia murieron en 2020 casi el doble de personas por covid-19 que las muertes por cáncer".
Esto, sugirió el ministro, nos debe llevar a repensar cómo enfrentar una próxima pandemia, "ya que la capacidad de respuesta, los instrumentos de financiamiento para los países para la atención de emergencias sanitarias, los fondos de reserva y para contingencias para asegurar financiación en emergencias sanitarias y fondos de contingencias deben mejorar sus formas de acceso e implementación".
Lo anterior, facilitando a los países la consolidación de bienes públicos regionales que permitan la provisión de bienes y servicios y el fortalecimiento en la inversión en investigación y los regímenes de propiedad intelectual que permitan a los países tener una seguridad sanitaria y productores tener menor incertidumbre en la innovación y desarrollo.
Seguridad sanitaria
"Debemos acuñar, extender e implementar por el continente el concepto de Seguridad Sanitaria como el desarrollo del conjunto de medidas que permita a cada país", comentó Ruiz Gómez.
Así como apropiar rápida y eficientemente bienes y servicios necesarios para atender situaciones de emergencia sanitaria superando las restricciones de la contratación pública y buscando oportunidad en la respuesta de los gobiernos.
"Se hace evidente la necesidad de invertir desde los gobiernos en desarrollo de medicamentos y vacunas, incluyendo la posibilidad de inversiones a riesgo en el desarrollo de medicamentos y tecnología".
De igual manera, añadió, "la inversión en innovación y desarrollo con prioridades dirigidas desde los gobiernos en el desarrollo de capacidades estratégicas para la atención de situaciones críticas de salud", así como capacitar y formar un capital humano entrenado en la atención de epidemias y situaciones de crisis sanitaria.
A lo anterior le sumó el construir plataformas tecnológicas para el manejo de eventos catastróficos en salud, disponer de recursos y mecanismos financieros para adquirir y distribuir medicamentos e insumos.
"Esta pandemia será superada, esperemos que en un corto tiempo, pero ojalá no seamos cortos de vista frente a las decisiones y planes que hay que adelantar desde ya para asegurar la seguridad sanitaria en el continente", aseguró Fernando Ruiz Gómez.
Como mensaje final, manifestó que "a todos nos corresponde asegurar a nuestros ciudadanos que pueden contar con Estados y gobiernos capaces de atender las emergencias sanitarias presentes y de futuro con la legitimidad para cerrar brechas de equidad y retomar con certeza la senda de crecimiento para nuestros países".