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Ministerio de Salud y Protección Social

Estrategias para la reducción de la anemia nutricional

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 Estrategias para la reducción de la anemia nutricional

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Prevalencia de anemia en la primera infancia, por grupos de edad
 
Boletín de Prensa No

Para el Ministerio de Salud y Protección Social la reducción de la prevalencia de anemia en los niños y niñas menores de 5 años es un reto. De acuerdo con la Encuesta de Situación Nutricional 2010, la prevalencia de la anemia en menores de 5 años es de 27,5%; las prevalencias más altas se concentran en los niños y niñas entre los 6 y 11 meses de edad, con un 59,7%; seguida por los niños entre 12 y 23 meses, con el 29,0%.
 
Para mejorar el estado nutricional de nuestros niños y niñas existen formas de intervención como la fortificación casera con micronutrientes (Mezcla en polvo de vitaminas y minerales para ser añadida a los alimentos tradicionales para niños menores de cinco años) y la promoción de la lactancia materna para combatir las deficiencias nutricionales y reducir las prevalencias de anemia en la primera infancia.
 
​Programa piloto de intervención en La Guajira y Bolívar
El Ministerio de Salud y Protección Social y el Instituto Nacional de Salud, con el acompañamiento técnico del Programa Mundial de Alimentos, diseña el Programa de Prevención y Reducción de Anemia Nutricional en niños y niñas de 6 a 23 meses. El piloto que se adelanta en los departamentos de La Guajira y Bolívar, busca el fortalecimiento de la atención a la primera infancia y la promoción de cambios de comportamiento en la población frente a la nutrición y alimentación. En este proceso desarrollado por MinSalud se tienen en cuenta las experiencias de países como Perú, Ecuador, Brasil, Chile, y Guatemala, así como de expertos nacionales e internacionales.
 
El programa busca la prevención y reducción de la anemia en niños y niñas entre los 6 a 23 meses de edad, en el marco de la implementación de la ruta integral de atención a la primera infancia en los primeros 1000 días de vida, articulando la atención en la preconcepción, control prenatal, parto integral, crecimiento, desarrollo y vacunación. Lo anterior irá integrado a estrategias de desparasitación, fortificación casera de alimentos con micronutrientes en polvo e intervenciones dirigidas a posicionar la importancia de la nutrición y alimentación en el desarrollo infantil y en la reducción de las inequidades sociales.
 
 
Prevalencias de anemia en la primera infancia
 
La anemia nutricional en la primera infancia es considerada un problema de salud pública. De acuerdo con la ENSIN 2010:
​-En madres gestantes: 1 de cada 5 mujeres en gestación tiene anemia (17.9%)
-En los niños entre 6 y 11 meses: 1 de cada 2 niños tiene anemia (59.7%)
-En los menores de cinco años: 1 de cada 4 niños tiene anemia (27.5%), 1 de cada 2 tiene deficiencia de Zinc (43.3%) y 1 de cada 4 tiene deficiencia de Vitamina A (24.3%).
 
La situación es independiente del nivel socioeconómico de la población. Por nivel del SISBEN, la  prevalencia de anemia en niños de 6 a 59 meses es similar en los 4 niveles, así; Nivel 1: 30,8%; Nivel 2: 23,2%; Nivel 3: 24,1% y Nivel 4 o más: 24% de la población. Por su parte, los niveles de anemia son superiores en poblaciones indígenas (32,6%) y afro descendientes (33,7%) en comparación con los niveles del resto del país.
 
La intervención con micronutrientes para combatir las deficiencias de vitaminas y minerales ha demostrado tener efectos e impactos positivos, de acuerdo con investigaciones desarrolladas en Canadá, China, Bangladesh, India, Pakistán, Ghana, Perú y Haití. Estos estudios han mostrado la eficacia, biodisponibilidad, seguridad y aceptabilidad de los micronutrientes (MNP) en diferentes escenarios. El costo beneficio de ésta estrategia, específicamente en cuanto se refiere a inversión en micronutrientes se refleja en las tasas de retorno en términos de inversión y de capacidades. La literatura ha llegado a reportar tasas de retorno de hasta US$37 por dólar invertido, si se incluyen los beneficios futuros atribuibles a mejoras cognitivas (Baltussen, R., Knai, C., & Sharan, M., 2004; Copenhagen Consensus, 2008;  Sharieff et al., 2006; Cochrane Review, 2011)
  
 

Para tener en cuenta
Los problemas nutricionales debidos a las deficiencias de micronutrientes, en especial la anemia y las deficiencias de yodo, vitamina A y zinc, generan un impacto negativo en el desarrollo infantil  por afectar el crecimiento físico y el desarrollo del cerebro y en el estado de salud de los niños y niñas en la infancia temprana. La anemia por deficiencia de hierro, genera deterioro en la maduración del cerebro, afecta los niveles de concentración y el coeficiente intelectual, retrasa el desarrollo psicomotor en los niños, aumenta el riesgo de retardo mental, retraso en el crecimiento y en el desarrollo cognitivo (Lozoff, B, et.al.,1995; WHO, 2001).

 
Estas deficiencias pueden ser reversibles si se tratan a tiempo antes y durante  la gestación y el periodo de lactancia; intervenciones nutricionales que se lleven a cabo antes de los dos años son cruciales para asegurar la productividad, el nivel académico y social de estos individuos, pues casi todo el retardo en el crecimiento se presenta durante este periodo; si las deficiencias en vitaminas y minerales no se corrigen entre la concepción y la edad de dos años, puede ser demasiado tarde para reversarlas más adelante, y constituirse en un problema de salud pública (Gillespie S., J. Mason, and R. Martorell, 1996; Berhman et al, 2004; Shrimpton et al, 2005; Investing in the future, 2009).
 

Aproximadamente el 85 por ciento de las conexiones neuronales se presentan durante los primeros 1000 días de vida, razón por la cual la primera infancia se convierte en el período de la vida sobre el cual se fundamenta el desarrollo de la persona.

La anemia es considerada por la Organización Mundial de la Salud como un problema de salud pública y se cataloga como leve cuando la prevalencia oscila entre el 5 y 19.9% de la población afectada; moderada (20-39.9%); y grave cuando es mayor al 40%.

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