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Bogotá, D. C., julio 09 de 2018. Gracias a la intervención quirúrgica realizada por médicos especialistas de la Unidad de Servicios de Salud (USS) Simón Bolívar, al niño indígena Diddier Cuesta Suárez, oriundo del territorio Yaigojé Apaporis, en Vaupés, le reconstruyeron su labio superior, tras presentar una malformación congénita conocida como labio leporino, que no se diagnosticó de forma temprana por las condiciones geográficas y socioeconómicas de su entorno.   

“Llegó remitido del hospital San Antonio del Mitú (Vaupés). Le practicamos una queilorrafia, cirugía que permitió tratarle su fisura labial incompleta y reconstruir todas las capas (piel, mucosa, labio rojo y músculo), con un buen resultado estético”, comentó el cirujano plástico Javier Caicedo.   

Generalmente, la edad apropiada para operar a los niños con esta malformación es alrededor de las 9 semanas, momento en el que la regeneración celular y la cicatrización son más rápidas. En el caso de Didier, el procedimiento se hizo al año y medio de edad.   

Al tratarse de una condición médica que no representa una urgencia vital, se determinó su manejo por control y seguimiento ambulatorio. Pero la madre del menor, Berta Suárez, no contaba con el apoyo de familiares o amigos en la capital del país, que pudieran brindarle hospedaje o alimentación.   

Desde el área de Trabajo Social de la Subred Norte, en una labor conjunta con la Secretaría de Salud del Vaupés, se realizaron los trámites necesarios para que el menor permaneciera en la USS y la madre fuera recibida en el albergue La Maloka, donde se encargaron de los traslados al hospital, hasta el egreso del paciente.   

“El niño se ha recuperado satisfactoriamente. Este procedimiento le devolvió las características normales a su rostro, ahora puede sonreír adecuadamente y llevar una vida plena”, expresó el doctor Caicedo. ​